sábado, 2 de abril de 2016

CUENTOS DE ESPEJOS "ALBA" De la Antología Literaria "Una Mirada al Sur"

Alba iba lentamente, por el camino de los espejos, su paso detenido frecuentaba la luz adormecida del marco polvoriento.
El mito de quebrar las horas con su mano angulosa y pálida, volvía a tomar sitio en su fobia espiritual de soñar con el terror anónimo que encierran las prisiones del misterio.
Otra vez formaba parte de las agujas implacables, que giraban frenéticas, con olvidos y sin recuerdos.
Le costaba comprender el lenguaje del tiempo, la parquedad de las horas, la exactitud desafiante de los números que avanzaban como soldados, agigantándose en perfecto círculo, hasta rodearla y lanzar irónicos su sabio confín descontrolado.
Le provocaba miedo y locura andar por los senderos de sus interrogantes, pero no podía escapar a esa sensación de desdoblarse al otro lado de los espejos, permitiéndole a la imagen salir unos instantes para ocupar su lugar y así ahondarse temerosa tras el cristal.
Era también, el suicidio descarnado de enfrentarse con su espíritu, el reflejo era un ente, antes pudo haber sido un fugaz simbolismo, pero la asociación de hechos se corporizaba, convirtiéndose en juez de su yo.
Qué terrible le resultaba observar esa imagen tan querida y conocida, serpenteando en el vacío, las manos agazapadas, dibujando una sonrisa con la misma facilidad que un gesto cruel, los labios moviéndose obtusos, gritando improperios o diciendo palabras de amor, y la mirada extraviada, oscura y luminosa como una dualidad tan antagónica y contradictoria, casi imposible de imaginar.
No soportó más esa película, representando el secreto de su espíritu, había aceptado el desdoblamiento, pero estaba ahora aterrorizada de sí misma.
Tan angustiante le resultó verse, que encolerizada decidió poner fin a ese juego despiadado, comenzó a llamar a su irascible yo, pero no le respondía, era la primera vez que se negaba a regresar, desesperada golpeó el cristal y advirtió que su yo, por ser muy vulnerable terminó por quebrarse.
Fue demasiado tarde para volver, en su arrebato había roto el espejo y su espíritu atrapado, agonizaba entre los bordes fragmentados, ahora la imagen, casi destruida gemía ante su vida aniquilada, solo es que nunca podrá reflejarse y su destino será deambular auto destructivamente como un absoluto y simulado engaño.




Dibujo "Territorios"



"Una Mirada al Sur", Escritos e Imágenes de los Pueblos.ISBN: 978-987-1872-08-4 / 978-987-1872-10-7



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