sábado, 8 de septiembre de 2012

TRAMO XII


Hay un oscuro precipicio en las almas inmoladas;
hay una trasparente plegaria, llegando
al celeste reverso del verbo.
Ocultándose libre, entre los pájaros agónicos,
sin otro exilio que sus alas, remotas
de universos y serenidades.

Hay un país que alberga
al confinado tiempo,
oculto en tu alma;
no lo sabes, no lo presientes.
Pero llevas el destino en tu mirada,
destino de fulgor, estrella con el poema de tu luz.

Hombre que en niebla, ama y sueña,
hombre que sin su sombra desvaría
y transmuta la noche, por una lenta calma
de sobrellevar, la antorcha de su libertad.

Universo de luces y fulgores,
desparramando en el infinito tu memoria,
tu cibernética memoria y tu espantoso olvido.

Hombre que el mago desnuda y convierte
en príncipe y demonio;
hombre que llega al firmamento, a la tibieza
del último árbol plantado.

Rompe el surco, clavado en tu camino,
viste de espuma tu cuerpo, tu misterio
y vuela amnésico por tu galaxia,
para reencontrarte, con el gen indivisible.




Grabado "August"