Río de Palabras II
TIEMPO
Clepsidras que de deambulan,
llevando el rumbo del viento.
En mi memoria, tu rostro
sonríe eterno y silencioso.
Hurgador de soles y eclipses,
viajas imperecedero entre la lluvia,
donde escribo nostálgica,
con mi pluma de agua.
Sembrador de estrellas,
enhebro en la luna,
tu silueta acercándose
hacia mi vida.
Sembrador de árboles
infinitos y crepusculares,
me alcanzas siempre
con tu vestigio mundano.
Allí estás, posado como ave,
en las ramas del recuerdo;
en los dibujos del rocío
y en la inmortalidad de tu alma.