Creemos devenir,
de un amanecer remoto
surcando los confines
de nuestras pausas.
Creemos sobrevivir,
delimitando las adyacencias
y las incongruencias
de nuestra extraña malsanidad.
Callados y espantados
sembramos soledades en los vientos.
Es el mito del hombre,
Es el mito del hombre,
que no halla guarida para su niño
y espanta amores en la vejez.
Es el hombre eternamente solo
en su finitud monocromática,
destruyendo con su prestigiosa ignorancia
"Almas"
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