Vuelvo a las deserciones y al misterio,
tras mi cárcel incorpórea,
desarmaré los muertos del destino
y hundiré las cruces olvidadas
para renacer, con el hombre nuevo
y morir, a espaldas de la indiferencia.
Vuelvo al tiempo quieto,
y estoy desnuda, casi agónica,
resucitando en el silencio.
El agua trae los pasos y el polvo amado,
el viento lleva la espuma y la marea,
para enseñarme a mudar de piel
Otro gran viaje de tu mano que me lleva a las afueras de la propia carne..Hermosas y únicas tus reflexiones casi místicas. Mil gracias por compartirlas. Saludos amiga
ResponderEliminarMuchas gracias aunque con retraso querida amiga, siempre bellos tus comentarios sobre mi obra, te envío un abrazo!
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