Fuego de larvas,
dormido en mi memoria,
antorchas de juventud
que detento pálidas en la niebla.
Muelle de los vientos,
seda de anfibios,
reptando azulados
en la explosión mutante
de tu mano informe,
escarchada por el tiempo y la memoria.
Segrego en tu ceniza maldita
la lujuria del indiferente,
la ironía del corrupto.
Detengo la guerra
oráculo de encarnaciones.
Loca y solitaria,
arrojo las antorchas de la sabiduría
a los pájaros anónimos
para evadirme de las prisiones.
Grabado: Xilografía "Crisálida"
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