Sombras de mi esqueleto,
las cuencas sin ojos
y el cráneo sin cabello.
Tu amor, en la memoria
hunde el deseo,
en extramuros de la carroña.
Nada te arrebata,
ni el tiempo y la distancia.
Eterno descansas, en mi abismal recuerdo.
Sombras de mi esqueleto,
carne informe dando vueltas
por el deambulatorio del abandono.
Terrores prefijados por lo recóndito,
danzante lengua pegada al fuego
y sordo útero, desenvolviendo el amor.
Arterias desvalidas
como banderas sin nave
en un mar muerto de escombros.
Nada nos detiene
en el huracán prehistórico
de la materia sensible.
Somos hijos de la ternura
y lava de la sabiduría
estallando en lo finito.
Somos espíritus amantes
descubriendo por milagro
habernos encontrado en esta tierra.
Poema Libro: "La Dama Errante"
Exquisitas tus letras Graciela.. agradezco el milagro de haberte encontrado en esta tierra. Un gusto leerte! Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Soledad por tu hermoso comentario, también agradezco haberte encontrado en este mundo a veces poco profundo, un deleite leer tus versos y prosas de gran vuelo, Un gran abrazo!!
ResponderEliminarperturbador e intrigante poema, despierta curiosidad en mi por descubrir la historia que quiere contar. Es un placer leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Lumy por comentar, un gusto que leas mi obra. En forma enigmática la historia habla de un amor lírico. Un abrazo.
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