Despéñate
en el silencio
para
buscar la palabra y el verbo.
Afírmate
en el principio
y despréndete
de la muerte.
Voy
camino hacia lo eterno
y nada
llevo en mis alforjas,
estoy
desnuda en el destino
y crees
que estoy cubierta de plegarias.
Pero
te juro, Mago de lo imprevisible,
Brujo
de las montañas,
Hechicero
de los arroyos;
que
cerraré los ojos,
erguida,
como el desierto árbol,
muerto
en primavera.
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